En mayo de 2014 se celebró gracias al canónigo don Raúl Olazábal la primera misa tradicional según el rito inmemorial de la Iglesia Romana, codificado por San Pío V, desde hace muchas décadas en la ciudad de Valladolid.
Esta celebración eucarística tan especial fue posible gracias a nuestro Arzobispo don Ricardo Blázquez y a la comunidad cisterciense del Real Monasterio de San Joaquín y Santa Ana.
Desde entonces se ha mantenido esta tradición en diversas ocasiones cada año, haciendo que la Iglesia del Real Monasterio vuelva a albergar los cultos religiosos tal y como se vivían cuando fue construida.